“Canción de frío y de nieve

silba el viento entre las ramas.

Como un espejo,

el arroyo convierte en cristal sus aguas.

Blancos pájaros del aire,

vuelan los copos sin alas,

y danzan a ritmo lento

un vals en la madrugada”.

Fragmento del poema “Canción del invierno” (REVIEJO & GABÁN, 2013)

 

Nuevas formas de percibir… ¡y de sentir!

En palabras del doctor y comunicador científico MARIO ALONSO PUIG (2022) ¡Qué importante es explorar nuevas formas de percibir!  Si anhelamos disfrutar de un mayor nivel de bienestar emocional, es preciso conocer los procesos que influyen en nuestra percepción de la realidad y, consecuentemente, en cómo sentimos. La percepción es un proceso creativo en el que combinamos la información que recibimos con las experiencias y la interpretación que hacemos de lo que nos sucede. El prestigioso divulgador nos invita a explorar cómo podemos cambiar nuestra forma de percibir, para ver aquello a lo que normalmente estamos ciegos y que, sin embargo, somos capaces de observar desde la intuición, la imaginación… La percepción depende de la perspectiva desde la que miramos. Y la simple mirada racional, lógica, analítica e intelectual del científico nos deja en una penumbra emocional. El ser humano dispone de la maravillosa capacidad para percibir e interpretar la naturaleza desde otras perspectivas, la mirada contemplativa, emocional, globalizadora y artística del humanista. La reconciliación es el camino.

 “La naturaleza no se oculta ante nuestros ojos, es que a nosotros se nos ha olvidado cómo mirar para poder verla”
 (Mario Alonso Puig)

A lo largo de la evolución humana, se produjo una reestructuración cerebral. Un proceso de diferenciación completa entre los dos hemisferios que integran nuestro cerebro. Según ALONSO PUIG, si el desarrollo del hemisferio izquierdo nos ha permitido alcanzar el actual desarrollo científico y tecnológico, también ha supuesto nuestro alejamiento de la naturaleza. Aunque parezca mentira, el hemisferio cerebral izquierdo nos deshumaniza, mientras que el derecho hace lo opuesto. El hemisferio derecho nos ofrece una realidad diferente de la que apreciamos desde la perspectiva racional del izquierdo y que es, tristemente, la realidad en la que de manera habitual vivimos atrapados.

“El materialismo racionalista que domina el pensamiento actual hace que no experimentemos realmente la naturaleza,
sino que la observemos, la analicemos y la describamos”.
(Mario Alonso Puig)

Ambos hemisferios del cerebro están íntimamente conectados y nos ofrecen diferentes formas de percibir e interpretar el mundo que nos rodea. Mientras que para el izquierdo la adaptación al medio implica su conocimiento para poder utilizarlo, para el hemisferio derecho la adaptación significa el desarrollo de la cooperación a base de empatía y encuentro. Mientras que el hemisferio izquierdo nos ayuda a la descripción y conceptualización de nuestro entorno, el derecho nos permite su comprensión holística; lo que le interesa es observar la relación entre las partes y el funcionamiento del sistema en su conjunto. Busca entender los contextos y le interesa mucho más conocer el todo que las partes. Mientras que desde el hemisferio izquierdo percibimos fragmentos de la realidad, desde el derecho percibimos su conexión.

“Si estuviéramos en un sitio lleno de árboles, a nuestro hemisferio cerebral derecho no le interesaría contar los árboles, simplemente vería un bosque”.
(Mario Alonso Puig)

El placer de la mirada contemplativa.

La naturaleza se hace comprensible cuando sabemos cómo hay que mirar. Para M. ALONSO, el ser humano necesita desarrollar la consciencia emocional que nos proporciona nuestro hemisferio cerebral derecho. Es esta perspectiva la que puede conectarnos con lo más íntimo y recóndito de la naturaleza, con nosotros mismos. Una visión que nos permite descubrir la unidad inherente a todas las cosas, cuando experimentamos el mundo de una forma simbólica y espiritual. Esa mirada que necesitamos para comprender la realidad suprasensorial y trascendental que se encuentra más allá de la lógica y la razón. Y a través del lenguaje creativo, imaginativo, artístico, poético y metafórico podemos abrirnos a esas nuevas formas de percibir. Saborear la naturaleza desde la profunda mirada de la contemplación nos permite experimentar momentos de claridad, inspiración, paz y serenidad. A veces, solo se trata de estar, sin necesidad de hacer nada. ¡Se necesita silencio para contemplar la naturaleza!

 

¿Quieres explorar nuevas formas de percibir?

Miramos, observamos y percibimos contigo, con la naturaleza y con inteligencia emocional.

Con emonatura TÚ sientes el cambio!!!

 

Ilustración original © Emonatura (2023)

REFERENCIAS

– ALONSO PUIG, M. (2022) Resetea tu mente (7ª edición) Ed. Planeta.

– REVIEJO, C. & GABÁN, J. (2013) “Canción del invierno”. En: Versos del bosque. Ed. SM.

 

¡Ya no puedo más! (En el próximo artículo)